CAMBIOS EN EL MODO EN QUE SE APRENDE
Latorre Ardizzone, Claudia
EDUCAR PARA EL CAMBIO, LA ADAPTACIÓN Y LA EXCELENCIA
La era de la información plantea retos muy grandes a la educación, no sólo por la proliferación ubicua de información y por el rompimiento de muchas barreras espacio-temporales de acceso al saber, sino también por el cambio de paradigma que conlleva formar para la transformación y la excelencia en un entorno en el cual educación ya no es sinónimo de escolaridad, sino un requerimiento permanente.
¿Qué sucede en el interior de la mente del alumno cuando se produce el
conocimiento?
La concepción de aprendizaje y,
en consecuencia, las estrategias de enseñanza dirigidas a promoverlo han
experimentado cambios sustanciales.
Hoy en día, el aprendizaje es
construido por el propio individuo (constructivismo). Por ello, los sistemas innovadores
de enseñanza enfatizan el aprendizaje basado en la actividad significativa.
Las teorías actuales del
aprendizaje destacan la naturaleza activa del mismo, subrayan como cualidades
centrales la abstracción y la transferencia, sólo posibles cuando el alumno
aplica sus conocimientos a una actividad plena de sentido y en contextos variados
que permitan la generalización. La sociedad exige que el alumno sea capaz de
aprender a lo largo de toda su vida y en forma independiente; es decir,
determinar en forma autónoma qué debe ser aprendido, buscar, evaluar
críticamente, seleccionar la información relevante y saber utilizarla para
realizar tareas o solucionar problemas.
Se debe privilegiar una
participación más activa del alumno, una ‘enseñanza centrada en el alumno’ o en
‘aprender a aprender’. Los cambios en los objetivos del aprendizaje suponen modificar
radicalmente las estrategias de aprendizaje y en las estrategias de enseñanza
exigiendo al docente no sólo dominar el contenido curricular sino conocer los
procesos implicados en el aprendizaje.
La enseñanza tradicional tenía
por objetivo fundamental la adquisición de conocimientos basándose en procesos
de memorización, impartiéndose la enseñanza de forma colectiva con el profesor
como emisor de la información y el estudiante como receptor de la misma
siguiendo el modelo conductista de adquisición de conocimientos. En
contraposición, en la sociedad de la información, el objetivo fundamental de la
educación es posibilitar que el estudiante sea capaz de construir sus propios
conocimientos a partir de conocimientos previos, de las experiencias y de las
informaciones a las que puede acceder.
Es necesario distinguir entre
información y conocimiento ya que la mera disponibilidad de información no
garantiza la adquisición de conocimiento. Es indispensable que el alumno guiado
por el profesor sea capaz de ‘aprender a aprender’, esto es acceder a la
información, comprenderla, resaltar las ideas fundamentales, estructurarlas y construir
una visión crítica de la misma. El alumno pasa a ser el centro del proceso de
aprendizaje, es el que construye el conocimiento a través de la guía del
profesor. Educarse es un proceso permanente que va más allá del contexto y período escolar.
¿Cómo aprende el alumno de hoy?
- Accede, usa y crea y recrea conocimiento: aprende en todas partes y de muchas maneras.
- Soluciona problemas y conflictos a través de distintos procesos: todos llevamos una serie de heurísticas (principios de acción) que permiten atacar los problemas pero que se reconvierten con la guía del profesor en conocimiento explícito a ser usado conscientemente a través del dominio de los valores universales, los derechos, los deberes y no a través de un tamiz de intentos de soluciones valorando y dando sentido a los principios fundamentales que hacen posible la convivencia pacífica y el desarrollo balanceado y sostenible.
- Desarrolla la capacidad de escucha y de comunicación con otros propiciando el desarrollo y la supervivencia humana a través de la información y variedad de puntos de vista fundamentados.
- Participa, vivencia y experimenta el aprendizaje en un mundo donde paradójicamente lo único constante es el cambio
- Establece una relación dialogal, inquisidora y creativa con el objeto de conocimiento.
- Innova a través del juego como actividad creadora.
- Hace uso del acertijo como desequilibrador cognitivo
NUEVAS FORMAS DE ENSEÑAR Y APRENDER A PARTIR DE LA PANDEMIA
La pandemia nos forzó a usar metodologías que ya se venían implementando pero no con tanta fuerza, la situación obligó a hacer uso de recursos y metodologías más modernas de aprendizaje. La pandemia también mostró lo que fue capaz de hacer el alumno, cómo pudo aprender estableciendo redes de conexiones, puso énfasis en el individuo como sujeto activo de aprendizaje formando parte de esa red de conexiones. Hoy en día el individuo deriva su competencia de la formación de conexiones. El individuo es activo en el acto de aprender, acto de creación de una red externa de nodos donde se conectan y cobran forma las fuentes de información y de conocimiento y donde él le da sentido crítico a todo lo que conecta con el fin de adquirir, experimentar, crear y conectar continuamente nuevos conocimientos.
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